sábado, 9 de julio de 2011

El SILLÓN (I)

Porque tengo ganas de sentarme y mirar por la ventana. Porque las piernas me son dolientes de conflictos hechos variz. Porque los muebles se vuelven compañía cuando la palabra falla. Porque la escritura se me hace imprescindible. Porque me apetece: un sillón verde.

 Sillón (i)
Entra en la pequeña sala con la espalda cargada de cansancio y de vida. Y mira el sillón.
Es un sillón de respaldo alto y amplios reposabrazos, tapizado en terciopelo verde. No es bonito, pero parece confortable y sus grandes orejas invitan al reposo.
La mujer parada bajo la puerta mira el sillón y recuerda los lejanos tiempos en que tuvo descanso. Lo mira con nostalgia y deseo mientras se acerca, despacio, hasta rozar con su mano el suave terciopelo raído. Se dispone a sentarse cuando la asalta la voz de Cortázar narrando la continuidad de los parques. 
No hay radio, ni televisión, ni ningún otro aparato emisor. La voz está en su cabeza y ella, de pie aún, cierra los ojos intentando espantar la realidad inevitable. Cuando los abre, con un leve giro de cuello, se enfrenta a la puerta y ve el caleidoscopio al que pertenece. A su alrededor se multiplican las habitaciones, los sillones, las mujeres. Cientos, miles, millones de habitaciones de todos los tiempos. Cientos, miles, millones de sillones de todos los estilos. Cientos, miles, millones...; incontables mujeres queriendo sentarse. Y un único -infinito- cansancio.

Y como siempre, pedirles que digan -si pueden y quieren- y agradecerles, de antemano, las visitas.
Amenazo con volver.

8 comentarios:

MCruz dijo...

Mi queridísima Izaskun, tu escritura se me ha convertido en una imagen, como en cuadros de magritte. Me siento en mi sillón, para Adorarte.
Me gusta escribirte en este rincón, Y felicitar el aniversario de la librería. Por cada km que haga os mando un beso, así que espero os lleguen los 5000.MCruci

María Eugenia Mendoza dijo...

Querida Izaskun:
Gracias por este sillón mullido y confortable. Ojalá el cansancio, compartido, se desvaneciera.
Feliz primer aniversario, que los libros, los lectores, los amigos y los euros se multipliquen en esa maravillosa Librería.
Apapachos cariñosos.

J.R.Infante dijo...

Aunque para la espalda dicen que no es nada bueno, si bien es cierto que hay sillones y sillones, lo cierto es que se cogen con unas ganas sólo superadas por una buena cama.
Estupendo tu micro y felicidades por esa librería.
Un abrazo

Juanma dijo...

Ay, qué voz la de Cortázar...

Un placer volver a esta casa, un fuerte beso.

Librería de Mujeres Canarias dijo...

Querida, queridísima Mari Cruz, ¿hacia dónde esos kilómetros que por dejadez desconozco?, ¿hasta cuándo esta distancia que por miedo mantengo? Todos los abrazos para ti, mujer imprescindible, todos los besos para tu bondad, tu alegría, tu compañía necesaria.
Todos.
Te quiero,
Izaskun

Librería de Mujeres Canarias dijo...

Querida María Eugenia, no sería tan confortable el sillón si no fuera por tus recetas y apapachos. Hoy me los quedo todos que falta me hacen.
Mi más sincera gratitud por tu cariño y tu confianza.
Un abrazo,
Izaskun

Librería de Mujeres Canarias dijo...

Querido Arruillo, esta librería no funciona pero su dueña se empecina y así nos va. El sillón dará paso a alguna cama, eso espero, para que logre descansar.
Muchas gracias por sus palabras.
Muchas gracias por su presencia.
Muchas gracias.
Y besos a N, que no pueden faltar.

Librería de Mujeres Canarias dijo...

Fortísimo para ti, niño Juanma.
Gracias por la visita.
Muchas.